jueves, 26 de junio de 2014

Bloque I. Literatura Infantil. Reflexiones


 En este primer bloque he podido aprender bastantes cosas, como por ejemplo qué es la literatura de autor, también he recordado algo que hace ya unos cuantos años estudié en los cursos de la educación secundaria y bachillerato, de hecho todavía conservo apuntes sobre los distintos géneros literarios: Prosa, Teatro y Poesía.

También he podido aprender a ver las diferencias entre un texto literario y un texto paraliterario, pues pese a que ambos tienen la intención de entretener, el fin de la paraliteratura tiene un objetivo más didáctico y de aprendizaje, en cambio el fin de la literatura es artístico, con una función poética,  aquella creación a la que damos el nombre de obra, libro, texto... y aunque carezca de una enseñanza explícita, se podría hacer una reflexión y un aprendizaje sobre ellos, sin embargo ese no es el objetivo principal de la lectura.

La Literatura Infantil no apareció hasta finales del S. XX. Con anterioridad, una gran parte de los textos escritos eran paraliterarios. Ello podía dar pie a confusión entre lo literario con lo pedagógico o ejemplarizante y obnubilar a los niños acerca de lo que debían hallar en la lectura: nada de placer y realidad subjetiva, según dice J. Bruner (1996). Otro aspecto a mencionar, es que hasta hace relativamente poco, los libros eran escritos, comprados y valorados por adultos sin pararse a pensar ni tener en cuenta las consideraciones  de los lectores, en este caso los niños.

Como hemos estudiado, la función de la literatura infantil es principalmente de disfrute y que cada niño de forma autónoma e individual haga una interpretación personal de aquello que lea. Que no se base en una única interpretación dada por ejemplo por el maestro del libro, para así de este modo potenciar la creatividad y que puedan dar rienda suelta a su imaginación. Creo que cobra bastante relevancia esta diferenciación, puesto que con anterioridad en numerosas ocasiones pensaba que de toda lectura había que sacar una enseñanza o bien que sólo podía haber una única interpretación. Quizá esto se deba por que recuerdo que cuando estaba cursando los primeros cursos de la Educación Secundaria, en mi colegio existía una asignatura que se llamaba Taller de lectura. En ella leíamos libros, analizábamos textos... El caso es que al finalizar la lectura de un libro la profesora siempre nos daba una ficha con unas preguntas que teníamos que contestar, y recuerdo perfectamente que había preguntas que eran muy subjetivas dependiendo de la interpretación que cada uno le hubiese dado, en cambio la profesora sólo daba por válida una respuesta, con lo que al final toda la clase terminaba con las mismas respuestas en la ficha. Lo que quiero decir con esto es que a lo largo de los años pues he ido aprendiendo que efectivamente no se trabajaba la lectura de la forma más adecuada en varias ocasiones.


Me alegro de haber aprendido estos dos conceptos, espero poder llevarlos a la práctica en futuras ocasiones en mi papel de docente; Me quedo así con la siguiente definición sobre Literatura Infantil:
"Aquella rama de la literatura de imaginación que mejor se adapta a la capacidad de comprensión de la infancia y al mundo que de verdad les interesa"(recogida en Díaz-Plaja y Prats, 1998).

Otra de las cosas que he podido aprender  y que también me parecen muy importantes, es que todo maestro debe tener conocimiento sobre el desarrollo evolutivo del niño, de este modo podrá saber y recomendar un tipo de lectura más se adecuada a su edad lo que favorecerá el gusto por la lectura y no al revés, tiene que verla como una actividad de ocio y disfrute y no como un castigo o unos deberes del cole.
Este año en mis prácticas he estado en una clase de 3º de primaria, donde los niños tenían dos horas semanales una asignatura que se llamaba Lectura y Cálculo. Una hora la dedicaban pues a hacer ejercicios de matemáticas y la otra la dedicaban a leer y hacer ejercicios de comprensión lectora, también la profesora  les medía los tiempos de lectura... Tras un par de semanas pude observar que la mayoría de los alumnos no mostraban mucho interés por la lectura pues efectivamente lo veían como una asignatura más. Disponían de una estantería donde tenían algunos libros, pero estaban ahí colocados, sin que nadie se parase a mirarlos, cogerlos, ni mucho menos leerlos. Una hora a la semana era todo el tiempo que dedicaban semanalmente a la lectura dentro del horario escolar. A mi parecer no era suficiente.
Entonces se me ocurrió una idea, realice una propuesta de innovación donde quería promover y fomentar la lectura en mis alumnos de 3º de primaria.

En las prácticas que realicé el año pasado en Inglaterra me gustó mucho algo que hacían los niños, que consistía en que nada más llegar a clase cada uno cogía su libro de lectura y se ponía a leer hasta que llegaba el profesor. Esto se repetía varias veces a lo largo del día, en los descansos, o en los ratos libres que tenían durante las clases. Si acababan los trabajos antes, podían sentarse en un rincón de lectura que tenían en clase el cual estaba habilitado con puffs y alfombras y una pequeña estantería llena de libros. A los niños les encantaba, no importaba que libro escogiesen, en ocasiones los encontrabas mirando Atlas, o diccionarios, cuentos, revistas... Y muchos de ellos los primeros días de mi llegada cogieron el atlas para ver dónde estaba España y conocer más sobre mi país.

Total que en este año intenté promover el mismo movimiento. Lo planteé como un juego, les dije a los alumnos que al llegar a clase y durante los intercambios debían escoger un libro e irlo leyendo en los ratos libres, los intercambios de clase... Si escogían un libro, debían de leer al menos 10 páginas para cambiarlo en caso de que no les gustase, pues les expliqué que en muchas ocasiones podemos encontrarnos con libros que en su comienzo nos pueden parecer más aburridos y luego acaban siendo grandes obras.
Escogí una selección de 15 libros infantiles que tenía por casa y se los lleve. Llevé de todo tipo, como por ejemplo: Una edición infantil ilustrada de Don Quijote de la Mancha; otro de poemas para niños de Rafael Alberti; El misterio de la casa encantada; El mago del paso subterráneo; Malditas matemáticas; La máscara maldita II; Así soy yo de Gloria Fuertes... Una pequeña selección donde quería tocar casi todos los ámbitos: aventura, misterio, histórico... y escritos en prosa, poesía y teatro.
En un principio mi propuesta me la plantee para un mes, pues pensaba que a lo mejor me resultaría algo difícil poder enganchar a los alumnos y crearles un hábito que muchos no tenían, pero grata fue mi sorpresa al descubrir que les encantó la idea y fueron capaces de seguir con ello de forma autónoma durante los 3 meses, e incluso tenía alumnos que se llevaban el libro a casa para continuar por la tarde un ratito después de hacer los deberes.
Otras veces, les leía yo algún texto que encontraba o les contaba historias que me iba inventando sobre la marcha. Era tal su entusiasmo que lo cogimos de costumbre. Todos los días acabábamos dedicando al menos 10 minutos para contar historias o para que les leyese algo, y si no nos daba tiempo, me pedían que me quedase en el recreo a terminarlo.
Fue alucinante y me recodó a cuando yo era más pequeña y me encantaba leer, devoraba los libros y tenía siempre mi cabeza llena de historias de unos y otros. Me gustó mucho que conectásemos tan bien y me sentí orgullosa de poder transmitirles esa pasión por la lectura.
Un día les propuse en la clase de Lengua una actividad que consistía en la creación de un cuento. Yo les di unas pautas, en este caso tenían que escribir un cuento con personajes conocidos pero como si lo hubiesen escrito en nuestra época actual. Aquí os pongo uno de los textos resultantes de esa creación:

     Caperucita Roja
Erase una vez una niña que tenía un Iphone y estaba todo el día whatsappeando a sus amigos.  Cuando de repente la llamó su madre y le dijo que si podía ir a casa de su abuela que estaba enferma a llevarle una pastilla.
Entonces Caperucita cogió su coche Toyota y se fue, sólo que no sabía por dónde era el camino más corto. Entonces se le apareció un lobo y la intentó mentir. Entonces cogió su GPS y le dijo que no era verdad porque el lobo decía el otro. Después le echó todo el humo y se fue a casa de su abuela solo que el lobo se fue y llegó antes. Entonces se hizo pasar por su abuelita. Cuando caperucita llegó a casa de su abuelita como no estaba segura le hizo una foto y se la mandó por whatsapp y su madre le contestó que no era la abuela, que era el lobo y le pidió que saliera de la casa que ya llamaba al cazador. Entonces llamó al cazador, entonces el cazador fue, mató al lobo y la abuela se curó y se fueron al cine a ver Frozen y todos fueron felices.
Fin

Me encantó leer cada una de las creaciones y visto la imaginación que tenían eso me dio mucho juego para poder plantear otro tipo de actividades, como por ejemplo hicimos un juego del teléfono escacharrado pero con una historia. Dividí la clase en grupos de 4-5 y a cada grupo le daba un comienzo. Por ejemplo: Erase una vez un león amarillo... y cada uno debía ir añadiendo oraciones hasta completar una historia, pues debía tener un fin. Una vez más, fue un momento digno de recordar. Les gustó mucho la experiencia.

Como conclusión me gustaría decir que en futuras ocasiones me encantaría poder  transmitir a mis  alumnos la pasión por la lectura. Quiero conseguir que disfruten leyendo y que no lo vean como una carga sino como un premio. Ser capaz de valorar y saber qué libro sería más adecuado para conseguir mi propósito, conociendo para ello el nivel de desarrollo de cada alumno y sus características. Por ejemplo este año tenía en clase un alumno con altas capacidades a quien le encantaban las matemáticas, pues le llevé un libro que tenía por casa que se titula “Malditas matemáticas”, y le encantó. Fue capaz de leérselo en 3 semanas. Con ello pude comprobar que no iba mal encaminada, y que aunque me falte mucha experiencia y práctica pero poco a poco espero saber y llegar a reconocer aquellos libros cuya lectura tenga una finalidad estética, divertida y enriquecedora, para ello espero tener la inquietud por formarme e informarme sobre géneros, temáticas, autores y principales colecciones de literatura Infantil. Que el libro que elija ayude a desarrollar el gusto estético, estimular la afición por la lectura y fomentar la creatividad. Creo que la selección es muy complicada porque  de ella depende que mis alumnos consigan hábitos lectores. Intentaré conocer a mis alumnos de forma individual, escuchar sus gustos para saber que recomendar y que exista un equilibrio entre la selección de prosa, poesía y teatro.

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