sábado, 28 de junio de 2014

Bloque II. Textos folclóricos. Reflexiones

El segundo bloque de esta asignatura trata sobre los textos folclóricos, así pues hemos estudiado su clasificación, características y el uso de los cuentos folclóricos en primaria. Selección de textos y sobre todo lo más divertido para mí ha sido hacer una adaptación.

Primeramente cabe decir que un texto folclórico se compone de un texto literario escrito por y para el pueblo cuyo fin es entretener a la gente. Se solían trasmitir de manera oral y ocasionalmente se utilizaban para dar lecciones moralizantes. Su contenido era bastante realista puesto que reflejaban gran parte de la realidad y poseían elementos simbólicos. Por tanto la principal diferencia entre el folclore literario y la literatura folclórica es que el primero nace de autores anónimos e incultos, pero que conocen y difunden por haberlo recibido de forma tradicional, como pueden ser por ejemplo coplas populares o las leyendas tradicionales o relatos; en cambio el segundo, que ha sido realizado por escritores cultos que representan situaciones de índole folclórica. 

El texto folclórico por tanto aparecía en cualquiera de los tres grandes géneros:
En  prosa, encontramos textos paraliterarios (fábulas y mitos) y textos literarios (cuentos y leyendas). Cabe destacar a autores como por ejemplo Charles Perrault, que hace adaptaciones con una intención moralizante; Los hermanos Grimm, por ejemplo eran recopiladores que por el contrario no presentan intención alguna o H.C. Andersen quien fue escritor de cuentos juveniles.

En cuanto a teatro, este género ha existido durante siglos. Sin embargo, no existen textos teatrales folclóricos. Esto se debe a que las historias se transmitían como hemos mencionado anteriormente de manera oral. En cambio, sí que existen las dramatizaciones, las cuales son interpretaciones y representaciones que se hacían de la historia que se transmitía oralmente.
Estas podían ser:
*       Representaciones de carácter religioso: sobre todo en Semana Santa y Navidad: La pasión de Cristo y El nacimiento de Jesucristo.
*       Representaciones festivas o de carácter profano: Los “actores” solían actuar influenciados por el alcohol y distintos estupefacientes. La mayoría de este tipo de fiestas presentan manifestaciones sexuales.

Los Cómicos de la legua: eran así conocidas aquellas personas que no tenían otra forma de vida y se asociaban. Solían comprarse entre todos un carromato y se dedicaban a la interpretación de pequeñas representaciones teatrales. Viajaban de un lado a otro por lo tanto se consideraban nómadas. Existen algunas películas donde podemos ver la función de éstos: “Los cómicos de la legua” y “Las cosas del querer”. Además representaban pequeñas obras infantiles (para niños), las cuales se conocen por el nombre de: Títeres de cachiporra.

En lo referente a la poesía, decir que estaba ligada al baile, la danza y la música, con lo que recitaban y cantaban nanas, textos para recitar y textos para jugar. Está muy vinculada a la música y al juego. Es importante distinguir por tanto la poesía popular  de la poesía folclórica, ésta es la poesía tradicional.
Podemos encontrar distintos tipos de poesía folclórica:
Las oraciones de carácter pagano
Las canciones o cancioncillas de amor
Las coplas

Estos textos han compuesto una pedagogía espontánea y natural que era común en situaciones de coloquio doméstico, campesino, el patio de los vecinos y la calle.
 Personalmente opino que es algo relevante el hecho de que los colegios puedan reemplazar estas situaciones adaptándolas al ámbito docente y a la sociedad actual. Cuando era pequeña, no recuerdo con exactitud en el colegio, pero sí recuerdo que los cuentos que me contaban mis abuelos y bisabuelos eran aquellos que se transmitían de forma oral y eran por tanto cuentos tradicionales, como Caperucita Roja, Pedro y el Lobo, Los tres cerditos... Crecí creyendo que estos cuentos habían sido creados para niños, sin embargo ahora me doy cuenta que eran historias para adultos, aunque difundidas y escuchadas por todo tipo de gentes, de cualquier edad ya que en aquella época el concepto de infancia no existía, por tanto, no había ningún tipo de cuidado hacia los niños a la hora de apercibir algún peligro real o dar alguna lección moral. Me ha sorprendido la versión original de Caperucita Roja. He podido reflexionar sobre el recurso de la transmisión oral, pues nos puede resultar muy útil en el aula, para aproximar, de forma adaptada y más sutil, a los niños a los problemas y actitudes del mundo adulto, para que luego reflexionen sobre ello. 
Recuerdo que en numerosas ocasiones durante mis años de estudiante, solíamos leer adivinanzas, poesías... incluso recuerdo un libro que aún conservo que se titula: “Cuentos y Leyendas de la mitología griega” donde encontramos fábulas, las cuales teníamos que analizar y sacar la correspondiente moraleja.

Actualmente creo que la Literatura Folclórica a grandes rasgos no está muy presente en las aulas, en cambio depende también del curso en el que estemos o del profesor. Como he comentado con anterioridad en la reflexión del bloque I, en mis prácticas tuve la oportunidad de trabajar con los alumnos el tema de los cuentos, y poder hacer adaptaciones. Sin embargo como he dicho no creo que sea algo general que se haga en todos los centros, pues en los libros de texto apenas se menciona éste tipo de literatura (al menos en los que yo he podido ver de segundo ciclo, no aparece en la programación...).  Hubo un día que les leí  “La fea durmiente”, y les pareció muy curiosa pero no paraban de hacer comparaciones con la historia que ellos ya conocen que es la versión de la Bella Durmiente, que posteriormente fue llevada al cine. Posteriormente estuvimos hablando sobre la belleza interior y exterior,  tampoco quise profundizar mucho en el tema pues al ser alumnos de 8 años en su mayoría no poseen un desarrollo evolutivo como para valorar de una forma “objetiva” pues al hablar sobre ello la mayoría nunca se había parado a pensar en eso, es decir, son conceptos en los que no se fijan. Están todavía en la edad donde por ejemplo juegan todos con todos, no hay grupitos en clase sino que son todos uno, no juzgan sino que tratan de ayudarse unos a otros, lo cual me resulto precioso, y por un instante pensé en aquello que dicen de que los niños son inocentes mientras son pequeños, y pensé ojalá esa “inocencia” no se perdiese nunca, pues a medida que crecemos, maduramos y evolucionamos, nos vamos llenando de “prejuicios” y demás cosas que luego son esas “cosas” las que acaban definiendo nuestra persona. 

En definitiva creo que es muy importante que sepamos adaptar textos tradicionales. Como práctica hemos realizado la adaptación del cuento “Toda clase de pieles” de  los Hermanos Grimm, siguiendo esencialmente tres pautas:
1º Mantener el punto de partida,
2º Las pruebas hay que mantenerlas o cambiarlas por algo parecido
3º El final lo podemos modificar totalmente. 

Como he dicho antes, me ha gustado mucho la actividad y me ha resultado muy divertida e interesante, algo que sin duda intentaré llevar a la práctica con mis alumnos a ver si puedo conseguir tan buenos resultados como en mis prácticas de este curso.

Es verdad que desde pequeñita me ha gustado mucho la asignatura de Lengua y literatura, será porque he tenido la suerte de tener unos profes durante la Educación secundaria obligatoria y bachillerato que me han sabido transmitir la asignatura con ganas y pasión, de igual forma que me gustaría transmitir a mí así las clases, pudiendo de tal manera difundir el folclore y motivar a mis alumnos con historias que conocidas o no pero que a su vez son diferentes.


Como conclusión recalcar que los textos folclóricos nos permiten trabajar la interpretación, la entonación, los gestos, la música e incluso educación artística. La escucha de cuentos tradicionales orales, estimula como hemos dicho la imaginación, la creatividad y la capacidad crítica de los niños, puesto que aumentan su sensibilidad, les alegra recordar y a la vez comparten el recuerdo.  Comparto la opinión de que los cuentos narrados o leídos en voz alta crean vínculos de afectividad y contribuyen a la felicidad personal de los receptores. Resultaría muy útil que por ejemplo pudiesen venir familiares de los alumnos a contarnos historias, narrarnos mitos, leyendas, fábulas que conociesen, nuestro país como de cualquier parte del mundo de tal modo que los alumnos pudiesen tener un acercamiento a diferentes tradiciones, culturas, favoreciendo con ello erradicar el racismo por ejemplo, o potenciar valores positivos. Es imprescindible durante su desarrollo, la transmisión oral, el alumno que oye, escucha, cuenta y crea sus propios cuentos, interiorizando así recursos literarios, palabras y estructuras que luego personaliza.

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