El reino de la Música
Érase una vez un reino
muy lejano unos reyes que gozaban con gusto de todos los placeres de la vida,
acababan de tener una hija. Eran años de riqueza y plenitud en los que abundaba
la felicidad.
No existía en todo el
reino una mujer que igualase en belleza a la reina. Tenía los cabellos rojizos,
unos ojos verdes, piel rosada y unos labios color carmín. El rey estaba tan
enamorado de su esposa que vivía por y para ella.
Cuando la princesa cumplió
5 años, los reyes le prepararon una gran fiesta. Vino gente de todas partes.
Fue un día muy agradable y la princesa recibió tres regalos de sus padres. Una
manta muy delicada tejida con hijos de oro que abrigaba como diez abrigos y una
brújula.
Pocos días después la
familia real salió a dar un paseo, y cuando regresaron al castillo la reina no
se encontraba bien. Se había resfriado. El leve catarro se convirtió en gripe.
El médico fue a visitarla pero no puedo encontrar ningún medicamento para curar
a la reina. Su salud fue empeorando, con tan mala suerte que acabó muriendo. Y
en su lecho de muerte le hizo prometer al rey que encontraría otra esposa, tan
buena y bella como ella, y que quisiese a su hija. El rey accedió a la promesa,
pero su tristeza era tal, que no tenía ganas de conocer a nadie, pues no
encontraba consuelo para tal dolor.
El rey tenía tal
amargura que se fue tornando solitario. Sus consejeros le dijeron que tenía que
contraer matrimonio para que el reino tuviese una reina, o que si no debía de
casar a su hija con algún príncipe y consolidar los reinos.
En el decimosexto
cumpleaños de la princesa, el rey se sentó a tener una conversación con su
hija. Le explicó que debía de casarse por que él estaba muy triste y quería
cederle el trono, pero antes debía estar casada para que hubiese un rey en el
reino.
El rey tenía un
pretendiente para la princesa, era el príncipe del reino vecino, pero la
princesa no estaba enamorada de él. No le gustaba para nada, así que ideó un
plan.
La princesa le dijo a
su padre que quería que le consiguiese un piano fabricado con todos los tipos
de diferentes maderas que pudieran encontrar en el reino, porque pensó que era
algo tan difícil que le llevaría mucho tiempo y así le daría tiempo suficiente
para poder encontrar a su enamorado.
El rey se apresuró y
mandó a todos los carpinteros del reino a buscar maderas para fabricar el
piano. Finalmente después de una semana cuando el piano ya estaba listo, se lo
mostró a la princesa y le dijo:
- Mañana se celebrará
la boda
Cuando la princesa vio que
no había ninguna forma de cambiar la decisión de su padre, pensó en escaparse. Esperó
a que se hiciera de noche y mientras todos dormían cogió un bolso y metió ahí su
brújula, su manta y su piano. Se pintó el color del pelo, y se cambió de ropa
para que no la reconociesen. Salió del castillo y se adentro en la oscura
espesura del bosque.
Tras andar varias horas, se
sentía cansada por lo que se sentó y se quedó dormida. A la mañana siguiente un
grupo de músicos de la farándula se la encontró con la princesa. Ésta se
despertó asustada y les dijo que era una campesina que no tenía a donde ir y
que si podía ir con ellos. Los músicos le dijeron que ella se encargaría de
cocinarles y limpiarles mientras ellos actuaban por los diferentes reinos.
Estuvieron viajando
varios días hasta que realizaron su primera parada. El primer día la princesa
le preguntó a uno de los músicos que tocaba el piano que si podía ver la
actuación, y él le dijo que sí, pero que luego quería la cena preparada.
La princesa estuvo
viendo la función un rato y luego se fue corriendo a hacer la cena.
El músico con el que
había hablado (Juan) se encontraba mirando un mapa para saber cómo llegar al próximo
destino porque estaba un poco perdido. La
princesa al oír esto, se le ocurrió ponerle en su bandeja de la cena la brújula
que le habían regalado de pequeña.
Más tarde Juan le
preguntó:
— ¿De dónde ha salido ésta brújula?
Y la princesa respondió:
— No lo sé, no sé de dónde ha salido ni como
ha llegado hasta ahí
Pasadas unas semanas,
ya empezando el invierno una noche estaban actuando los músicos cuando cambió
el tiempo, un aire frío procedente del norte traía nubes frías con grandes
heladas... Debían prepararse pero les pilló tan de sopetón a aquellos músicos
que no tenían todavía ropas de abrigos. Fue la noche más fría del año y la
princesa una vez más después de la función preparó la cena de los músicos y
cuando ya estaban dormidos observo como Juan estaba tiritando de frío. Entonces
la princesa se levantó, cogió su manta tejida con hilos de oro y se la echó por
encima a Juan.
No lo notaba pero la
princesa poco a poco se iba enamorando de él.
A la mañana siguiente
cuando Juan se despertó preguntó:
— ¿Quién me ha traído esta manta?
La princesa contestó:
— No lo sé, no sé nada sobre esa manta ni
tampoco de dónde ha salido.
Así que Juan al no poder
aclarar el misterio le dijo que se fuera.
Pasó algún tiempo y un
día los músicos tuvieron un accidente con el camión dónde transportaban los instrumentos,
quedando el piano de Juan con muchas teclas rotas.
Juan se lamentó porque
no podría volver a tocar con su grupo, y no tenía dinero suficiente como para
arreglar el suyo o comprarse otro.
La princesa al ver la
situación, sintió pena por lo ocurrido y tuvo una idea.
Esperó a que anocheciera
y que todos estuviesen dormidos, pero Juan no podía dormir pues seguía muy
preocupado por lo ocurrido. Vio como la princesa se levantaba y se hizo el
dormido dispuesto a averiguar qué hacía por las noches. De pronto vio como la
princesa sacaba un piano y se lo dejaba en su camarote.
El músico sorprendido
se levantó, se dirigió hacia ella y le dijo:
— ¿De dónde ha salido
ese piano?
A lo que la princesa
respondió:
— No lo sé, no sé nada
sobre ese piano, ni tampoco de dónde ha salido.
Y el músico dijo:
Sí lo sabes, te acabo
de ver dejándolo tú ahí.
La princesa se sonrojó
por que no sabía que el músico le había visto entonces se sentó con él y le
explicó que se sentía muy mal por lo que le había pasado y que sólo quería
ayudarle.
El músico comprendió
que había sido ella en todo momento quien había estado cuidando de él y no se había
dado cuenta.
Cogió a la princesa de
la mano, le miró a los ojos y le dijo:
— Muchas gracias por
haber cuidado de mí durante todo este tiempo. Siento no haberme dado cuenta
antes. Te quiero y quiero casarme contigo
La princesa sonrojada contestó:
— Sí, yo también te
quiero y quiero casarme contigo.
Entonces la princesa
le explicó al músico que ella era realmente una princesa, no una campesina pero
que ahora que había encontrado a su amor podía volver al reino con él, se casarían
y vivirían felices.
Juan no se lo podía
creer. Se sentía tan feliz, y a la vez culpable por no haberse dado cuenta
antes.
Los dos juntos
llegaron al reino de la princesa. Ella fue a ver al rey, le pidió perdón por
haber estado tanto tiempo fuera, pero que no se preocupase porque ya había
encontrado a su amor y que se iban a casar.
El rey alegrado de ver
a su hija y sorprendido de la noticia encargó todos los preparativos para
celebrar esa boda al día siguiente. Todo el reino estaba muy contento porque
iban a volver a tener una reina.
El día de la boda fue
un día muy emotivo donde todos fueron felices y disfrutaron de la ocasión.
Al final, la princesa
y su músico del piano vivieron enamorados, reinaron con amabilidad y justicia y
quedó conocido el reino como “El reino de la música” porque los reyes ordenaron
a partir de ese día que no faltase la música nunca. Fueron años de abundancia y
felicidad para todos.
El cuento “El reino
de la música” es una adaptación del cuento “Toda clase de pieles”.
La estructura del
cuento que he creado es la misma que la del cuento encontrado en la antología
de cuentos que se corresponde con el que indica la guía práctica de la
asignatura.
·La familia de
la protagonista es muy feliz.
·La muerte de
la madre supone un giro en la vida de la protagonista.
·La
princesa se ve obligada a huir debido a una situación que se genera en la
historia.
·En la historia
he cambiado los objetos por una brújula, una manta y un piano. Dichos objetos
muestran como es la princesa y el hecho de que ella los regale voluntariamente
van reflejando su amor hacia una persona.
·La
protagonista asume dos personalidades
·Conoce en un
bosque a quien será su enamorado.
·El enamorado
descubre quien es en realidad la protagonista.
Aunque la
estructura en sí sea la misma he cambiado algunas cosas con respecto al cuento
original:
·La
protagonista huye porque la van a obligar a casarse con otro príncipe y no con
su padre.
·La
protagonista le pide un regalo al padre para ganar tiempo y para ver si
consigue persuadirle de la idea.
·Los objetos
que coge la protagonista antes de huir son completamente diferentes.
·En mi cuento
la protagonista no se hace pasar por loca sino que se hace pasar por una
campesina que no tenìa a donde ir.
·La princesa no
se enamora de un príncipe sino de un músico.
Como conclusión creo que ésta adaptación
la utilizaría en el segundo ciclo de primaria, más concretamente en sexto de
primaria porque creo que la trama y el lenguaje quizá pueda resultar algo
complejo para niños más pequeños.
Además, tras haber
estudiado los temas de interés en la lectura según la edad de los niños, creo
que los alumnos de edades inferiores no encontrarían interesante un cuento
sobre el amor y la búsqueda de un sueño que es básicamente de lo que trata esta
adaptación.
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